Sufrir violencia sexual durante la adolescencia es una de las experiencias más traumaticas dolorosas e invalidantes que pueden vivir los jóvenes. Muchas personas creen que cuando las chicas y los chicos llegan a la adolescencia el riesgo de violencia sexuales menor para ellos porque ya son capaces de defenderse. Pero eso no es cierto, las estadísticas dicen que precisamente la adolescencia es la edad de mayor riesgo.
Violencia o abuso sexual es cualquier acto de naturaleza sexual al que se obliga a una persona, en este caso a un adolescente. Cuando a un adolescente se le obliga a mantener relaciones sexuales o cualquier tipo de contacto sexual sin que él o ella lo desee, cuando se le toca o se le obliga a tocar a alguien. También cuando se le obliga a desnudarse o a acariciarse íntimamente, aunque el agresor no le toque, eso es un abuso sexual. O cuando el que se desnuda o se acaricia sexualmente ante el adolescente es el agresor. Igualmente es abuso sexual cuando el agresor acosa verbalmente, con palabras, llamadas, etc… de contenido sexual a un menor. Y también es abuso sexual cuando se obliga a alguien a mantener relaciones sexuales sin protección. Las violencia sexual se ejerce tanto sobre chicos como sobre chicas aunque son estas las que la padecen en mayor medida.
Las consecuencias para los adolescentes varían mucho en función de cómo haya sido el abuso, de quién lo haya cometido sobre ellos y, lo que es muy importante, del tiempo durante el que se haya estado cometiendo esa violencia sexual sobre ellos.
Las consecuencias de la violencia sexual sobre un adolescente pueden ser múltiples y pueden afectar a todos los aspectos de su vida.
- Salud física:
- Heridas. En ocasiones, los agresores además de maltratar sexualmente a sus víctimas también las golpean.
- Embarazos no deseados. Otra de las posibles consecuencias terribles para las adolescentes es que fruto de la violación se produzca un embarazo.
- Enfermedades de transmisión sexual. Ese es otro de los riesgos posibles tras la violencia sexual, que el agresor contagie a la víctima de alguna enfermedad sexual.
- Disfunciones sexuales. Muchas de las víctimas de violencia sexual sufren disfunciones sexuales durante toda o una gran parte de su vida.
- Sobre su salud mental
- Depresión. Sufrir violencia sexual es con frecuencia motivo para que la víctima se hunda en la depresión.
- Miedos. Tras haber sufrido violencia sexual suelen aparecer miedos diversos, a la muerte, al contacto con otras personas, a estar en lugares abiertos, etc…
- Ansiedad. Otra de las consecuencias frecuentes es la aparición de episodios de ansiedad.
- Baja autoestima. Muchas de las víctimas de violencia sexual se sienten culpables, sucias, marcadas… y eso hace que su autoestima descienda, lo que provoca la aparición de nuevos problemas mentales.
- Trastornos de la alimentación. También la percepción de la propia imagen sufre distorsiones en ocasiones y eso puede provocar a la vez la aparición de enfermedades como la anorexia o la bulimina.
- Estrés postraumático. Esta afección mental que sufren muchas de las personas que han pasado por un episodio traumático en su vida por el que se sienten o han sentido amenazados también aparece en muchas víctimas de violencia sexual.
- Ideas de suicidio. Otra de las graves consecuencias de la violencia sexual es la aparición frecuente de la idea de suicidio.
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